En enero de 2010, los inspectores de la Agencia
Internacional de Energía Atómica que visitaban una planta nuclear en Natanz,
Irán, notaron con desconcierto que las centrifugadoras usadas para enriquecer
uranio estaban fallando. Curiosamente, los técnicos iraníes que reemplazaban
las máquinas también parecían asombrados.
El fenómeno se repitió cinco meses después en el país, pero
esta vez los expertos pudieron detectar la causa: un malicioso virus informático.
El "gusano" - ahora conocido como Stuxnet -
tomó el control de 1.000 máquinas que participaban en la producción de
materiales nucleares y les dio instrucciones de autodestruirse.
Fue la primera vez que un ataque cibernético logró dañar la
infraestructura del "mundo real".
Durante el análisis del gusano, los analistas
hicieron un descubrimiento sorprendente, señala Gordon Corera, corresponsal de
temas de seguridad de la BBC. El código altamente avanzado de Stuxnet había
sido diseñado con una mentalidad bélica.Fuente: BBC Mundo
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